Vivir una vida y media es lo que uno piensa cuando conoce a Carmen Cárdenas Molina, que acaba de cumplir 110 años. Sentada en el sillón del salón de su casa está atenta a todo lo que ocurre a su alrededor; y más estos días desde que el 12 de octubre cumpliera años y recibiera la visita del alcalde de Rute, David Ruiz y los concejales Dolores Ortega y Manuel Luque, que le entregaron un diploma reconociendo su longevidad y deseándole muchos años más.
Carmen vive en la calle Priego rodeada de sus tres hijos, nietos y vecinos. Lleva una vida tranquila, atendida por un cuidador y su hija Carmen Caballero. “Estoy muy orgullosa de tener aun a mi madre, que siempre ha sido muy sencilla y ha querido mucho a su familia”, explica Carmen hija, que se alegra de que “tiene la cabeza muy bien y está todavía en el mundo”. Además del diploma, en este cumpleaños ha habido una gran tarta con su velas. “Hoy he vivido una de las experiencias más bonitas desde que soy alcalde, Carmen cumple 110 años y su familia nos ha abierto las puertas de su casa para felicitarla por su cumpleaños y aún estoy emocionado”, reconoce David Ruiz, quien asegura que no solo es la abuela de Rute, si no de la provincia de Córdoba.
Carmen nació en 1913 en la pedanía de Zambra y se trasladó a Rute al casarse con Anselmo Caballero, fallecido hace 36 años. “Tiene una salud a prueba de bombas, todo lo ha ido superando, lo último la pandemia de la que tiene todas las vacunas”, recuerda su hija Carmen. Por la mañana toma el desayuno, ayudada por el cuidador, luego descansa hasta el mediodía, y pasa al salón donde permanece hasta las 10 de la noche. “Tiene los cinco sentidos activos”, dice su hija. “De cabeza está fenomenal, se acuerda de que su padre se llama Gabriel y Carmen su madre, hasta se acuerda de la maestra que tuvo, que se llamaba Aurelia”, añade. Están siendo unos días de ajetreo que recibe bien Carmen, porque siempre ha sido muy positiva. La clave de su longevidad ella misma lo explica: “Dios es bueno con ella”.