Las restricciones decretadas por las administraciones, provocadas por la crisis sanitaria de la Covid-19 están asfixiando al pequeño comercio y hostelería. Para protestar ante esta situación, el comercio local afectado, ha protagonizado una cacerolada de protesta. Este viernes, tras el cierre de los negocios a las seis de la tarde, los propietarios se han mantenido junto a sus establecimientos haciendo ruido con ollas, cacitos y sartenes, para llamar la atención del momento que tan complicado que están atravesando. Este sonido de protesta se ha escuchado especialmente por las calles Duquesa, Juan Carlos I, Granada y del Pilar, así como en el barrio alto.
Desde ACER, la Asociación de Emprendedores de Rute, se ha llamado a la participación de los empresarios, como ha explicado Eva Díaz. Los propietarios de tiendas que tienen que echar el cierre a las seis de la tarde no entienden que en otros establecimientos que según el decreto pueden continuar abiertos están vendiendo sus mismos productos, por lo que se produce una competencia desleal. Este es el caso también de las grandes plataformas de comercio por internet. Eva Díaz reclama mayor sensibilidad con los autónomos y pequeños empresarios que están cumpliendo con los aforos y todas las medidas de seguridad y sin embargo se les sigue imponiendo restricciones en unas fechas como en el caso de Rute, que coinciden con la campaña de Navidad.