Pascual Rovira, presidente de Adebo, asistirá el próximo viernes a
una reunión en la Fundación Reina Sofía, para tratar el sacrificio
masivo de burros en China, destinado al comercio de sus pieles. La
medicina tradicional china “amenaza de extinción a los burros del
planeta”, ha manifestado el presidente de esta asociación ruteña,
ante la producción de 5.000 toneladas al año de 'egiao' para lo que
necesita 4 millones de pieles, según datos del periódico 'China
Daily', ha recordado Rovira.
Para obtener 'egiao', una gelatina que se saca de la piel de los
burros y que se utiliza en medicina tradicional china “hay que
sacrificar miles y miles de asnos en China y en todo el mundo,
principalmente África”, explica Pascual Rovira. Esto está
llevando a la compra masiva de pieles de burro en África, ya que en
China prácticamente han desaparecido estos animales, ha manifestado
Rovira. Como recuerda el presidente de esta asociación defensora de
los burros, hace cuatro años Adebo ya emprendió una campaña
internacional a través de change.org para que se prohibieran estas
prácticas, además de mandar una carta al primer ministro chino Li
Keqiang.
Esta gelatina, que se obtiene de las pieles del burro, se utiliza en
China para la mejora de la sangre en una medicina tradicional
“carente de todo rigor científico”, se queja Rovira. Esto ha
llevado a que amplias zonas rurales del continente africano, el burro
haya casi desaparecido, a pesar de ser fundamental en las tareas
agrícolas como animal de carga. El burro, recuerda Rovira, es
imprescindible para las mujeres africanas, para labrar y acarrear
agua. Aunque algunos países africanos ya han tomado medidas para que
no se sacrifiquen más animales, la población de asnos ha descendido
alarmantemente. Para Pascual Rovira, “el burro es medicinal y muy
recomendable, para múltiples afecciones humanas, como el desánimo,
la depresión y otros trastornos nerviosos, pero es fundamental que
el animal esté vivo y a nuestro lado”.