Rute afronta tres meses clave para el turismo
local, que el año pasado registró más de 100.000 visitas. Reconoce Antonio
Ruiz, alcalde de la localidad y presidente de Diputación, que estas fechas
convierten a Rute en un referente del turismo de interior, íntimamente
relacionado con su sector agroalimentario, en especial los obradores de
mantecados, turrones y dulces de Navidad, sus destilerías y fábricas de
elaboración de embutidos y jamones o sus aceites, junto con sus propuestas
museísticas.
Red de
museos y atractivos que esta campaña suman un espacio más, con el Museo
Manolete, que viene a complementar los museos relacionados con los
licores, embutidos y dulces navideños. Justo este mes de octubre es el punto de
partida, donde la villa ofrece el mejor periodo para el visitante. Siempre
renovando atractivos con cada campaña. Desde el Museo del Anís, a punto de
cumplir 25 años mostrando un recorrido por la historia de este genuino
producto, al Museo del Jamón, que recuerda en sus vitrinas los afamados jamones
de la localidad, de los que ya escribiera Cervantes. También, en el entorno del
paseo del Fresno, se puede visitar, y está catalogada como de interés
industrial, las destilerías Machaquito. En la calle Málaga, es otro lugar donde
se concentran otro grupo de museos, como el Museo del Azúcar, de La Flor de
Rute, que este año ha levantado en azúcar el emblemático Empire State Building
de Nueva York, los Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España, con su
actualizada colección gracias al fondo que atesora este museo, o el Museo de la
Chacina, de Gloria e Hijos, que cada año sorprende por sus embutidos gigantes.
En otra de
las entradas de Rute se pueden visitar en las instalaciones de Galleros
Artesanos, el Belén de Chocolate más grande del mundo, que en esta edición está
dedicado a los grandes imperios del mundo, como el Persa, Hebrero y Egipcio, todo
elaborado por sus maestros pasteleros, con chocolate. Y en Productos Garrido,
con su Museo del Turrón, que elabora interesantes propuestas en merengue y
dulce, además de mostrar piezas únicas utilizadas a lo largo de la historia
para elaborar turrones y mantecados.