De forma directa y clara, el juez de menores Emilio Calatayud, ha
abordado en Rute cuestiones sobre la educación de los jóvenes, sus
derechos, pero también las obligaciones que les asisten por ley, y
ha alertado sobre el uso del móvil y las redes sociales, el consumo
de alcohol y el fenómeno del botellón, así como la responsabilidad
en su educación de los centros educativos, los medios de
comunicación y la sociedad en su conjunto. Conferencia “con la que
queremos impulsar la escuela de padres de alumnos de secundaria”,
ha explicado la concejala de Cultura, Ana Lazo.
Juez granadino que fue recibido en un salón de actos abarrotado de
padres y profesores. Calatayud comenzó pidiendo un pacto por el
menor, en el que entre otras cosas solicitó devolver el derecho de
corrección de los padres, algo que han pedido los jueces de menores
de toda España. También incidió en otro aspecto, como “la
pérdida de autoridad de los padres y de los profesores”. El
legislador debería de nuevo “darnos el derecho de corrección y
devolvernos la autoridad, y que los padres reconozcan la autoridad de
los maestros; hace falta un cambio de ley”, dijo.
Mientras que se ha difundido los derechos de los menores, el juez
recordó también los deberes, “recogidos en el artículo 155 del
Código Civil, que señala que los hijos deben obedecer a sus padres
mientras estén bajo su potestad, además, si pueden, deben
contribuir al levantamiento de las cargas de la familia”.
En el ámbito escolar, el juez fue igualmente claro: “Para empezar,
los niños tienen que estar en la escuela, y esa es responsabilidad
de los padres”. Calatayud, que se mostró contrario de la expulsión
de los alumnos conflictivos, dijo que estos casos deben ser atendidos
por los equipos de educadores en los propios centros, y recordó que
con “la agresión a un funcionario o a un profesor se comete un
delito de atentado”.
Los tiempos cambian, y con ellos aparecen o se incrementan ciertos
delitos. “Está creciendo el maltrato de los hijos a los padres.
Los móviles y las redes sociales nos están planteando nuevos
problemas”. El juez enumeró tres fundamentales, entre ellos el uso
abusivo del móvil, que se ha convertido en una droga, advirtió.
“Tengo chavales internados porque sus padres los han castigado sin
móvil y han atacado a los padres por esta causa”, recordó el
juez, para quien los móviles son “un instrumento muy peligroso
para cometer delitos como acosos, amenazas, chantajes, coacciones de
contenido sexual, contra el honor y la intimidad. Por eso digo que
hay que prohibir su uso en los colegios” Además, con el móvil
también pueden ser víctimas de delitos. Y se pronunció sobre la
edad para tener un móvil, que fijó en 14 años.
Sobre el fenómeno del botellón, Emilio Calatayud se mostró crítico
con la permisividad de Ayuntamientos, ya que deberían estar
prohibidos. “Que se beba como se ha bebido toda la vida, en los
bares, y si son menores que no beban. Hay que educar a convivir con
el alcohol, y su consumo con racionalidad”. Los botellones,
lamentó, “se han institucionalizado los fines de semana y en cada
fiesta de este país, es una vergüenza”. Terminó Calatayud
recordando que la ley del menor “no es nada blanda” y que la
justicia actúa, en su caso, dictando hasta 18.000 sentencias a la
largo de su carrera como juez.