En 1965 comenzó su andadura en Rute, la que sería la primera
escuela hogar de Andalucía, la Escuela Hogar Juan de Dios Giménez.
Un proyecto de apoyo educativo que fue posible gracias a la labor
conjunta de la fundación que da nombre a esta escuela hogar, que
cedió el actual edificio, y al trabajo de la congregación de
Mercedarias de Rute. “Existía una necesidad de acoger a escolares
que venían a Rute del ámbito rural, que no podían trasladarse a
diario por medios propios, y no existía el transporte escolar”,
recuerda la actual directora titular, sor Rosa María Palomino.
Aunque en todos estos años el contexto ha cambiado, la escuela hogar
se ha ido adaptando a los tiempos, donde siguen acudiendo alumnos del
ámbito rural, de familias monoparentales que les resulta difícil
compaginar la etapa escolar de sus hijos con el trabajo, o atendiendo
a niños de familias emigrantes o temporeras.
De lunes a viernes, los 95 niños de la escuela hogar asisten a clase
en los centros ruteños de educación primaria o secundaria. Y tras
las clases desarrollan su vida, en régimen interno, en la escuela
hogar, donde cuentan con servicio de comedor, sala de estudios,
dormitorios, patios de recreo y gimnasio. Gracias también al apoyo
de la consejería de Educación, la escuela hogar cuenta con un grupo
de profesionales para atender a todos estos niños, desde tres
educadores, tres ciudadores, a personal de limpieza y de cocina.
Aquí, los pequeños aprenden hábitos saludables, cuentan con
actividades lúdicas y reciben apoyo en las tareas y estudios. Sor
Rosa María se enorgullece de los éxitos académicos conseguidos por
gran número de alumnos, “aquí han salido muchos universitarios,
incluso tenemos a una fiscal que pasó por nuestra escuela hogar”.
También destaca la huella que deja en estos alumnos, “porque no
perdemos el contacto con muchos de ellos, a lo largo de estos 50 años
de historia”, añade la hermana Mercedaria. Medio siglo que se va a
reflejar durante el curso 2015-2016, con la visita de ex alumnos,
concursos literarios y exposiciones.
